Con este nombre nos hicieron acudir a una serie de presentaciones informativa, sin tener muy claro a qué se debían dado que el contenido fue como un ¿realmente necesitamos esta información? Está bien en un momento didáctico-lúdico, pero paralizar prácticamente un servicio para darnos a conocer al nuevo gerente de Parcs i Jardins, pues nos parece un tanto desmesurado. Claro, es el único fin que creemos lógico, pues lo que se explicó, a grandes rasgos, no es de especial interés. Pero sí que se puede extraer algo de la intervención, como colofón, del Sr. Puigdollers, que se personó para hacer una exposición de lo que le convino, y para debatir con nosotros lo que creyera oportuno.
Inició, pues, su exposición con la defensa de la necesidad de la creación de una nueva Tinència d’Alcaldia (cosa que, a buen seguro, costará bastantes más euros a costa de los salarios de los curritos y ciudadanos). La argumentación esgrimida fue que bajo las alas de esta nueva Tinència se agruparan Medi Ambient i Serveis Urbans, el IMI (Instituto Municipal de Informática) y Serveis Oberts (que aún no nos explicamos qué son…) y las Licencias de Actividad. Respecto a estas últimas sí que se explayó un poco más el Sr. Puigdollers y nos explicó que intentaran reducir a 0 la burocracia para la apertura de nuevas actividades en la ciudad, desde una panadería hasta una industria química, tan sólo con un control a posteriori de la actividad, sus instalaciones y el consiguiente cumplimiento de la normativa municipal. Vamos, en otras palabras, que tan solo con decirle al ayuntamiento “oye, que me abro una carpintería metálica” pues ya está, ya vendrán luego las Entidades de Control Acreditadas (o EAC’s) que son privadas, por supuesto, y me revisarán si todo está como el proyecto del ingeniero de turno, que te cuesta una pasta, vamos, que hago lo que me da la real gana y si luego no está bien… puse oye, ya lo modificaré… si quiero o si puedo, que si no está bien, el ingeniero ya se ha llevado su pasta y a ti que te den un poco… y a volver a pagarles.
Con esta medida pretenden fomentar la creación de nuevas empresas y empleo. No sabemos si realmente funcionará. Lo que cabe esperar es que el personal que viene encargándose de que los proyectos cumplan con la normativa actual se verá relegado a ejercer otro tipo de funciones, no sabiendo muy bien en qué derivaran…
Acto seguido, el Sr. Puigdollers nos iluminó con los dos tipos de objetivos que se marca el nuevo consistorio, a saber: a largo y a corto plazo.
Los objetivos generales a largo plazo que pretende este nuevo equipo encargado de gestionar el ayuntamiento son básicamente 2:
1.- Contaminación 0
2.- Residuos 0
Nos quedó claro que, parafraseando a nuestro regidor: “yo no lo veré, son objetivos que, por poner una fecha, digamos, que sean para el 2050”. Claro, evidentemente estamos hablando de una utopía que es a lo único que se puede aspirar, a soñar con la ciudad limpia de polvo y paja.
Los objetivos a corto plazo ser resumen básicamente en:
1.- Mantener la ciudad de Barcelona limpia, para lo cual y como única opción viable sostienen el empleo del agua a presión, remarcando que se hace son aguars freáticas y no con agua de la red potable.
2.- Barcelona bien iluminada: aquí nos encontramos con la idea (¿brillante?) de que se podría dar más prioridad al peatón y pasar de la iluminación para los vehículos dado que éstos llevan faros y se iluminan por sí mismos (hay quien no se acuerda de ponerlos, quien los lleva estropeados,…), o sea, enfocar sólo las aceras, y además, hacerlo de una manera inteligente, vamos, que cuando vayas a pasar se ilumine la calle, como si de un escenario se tratara. Aquí nos entra la duda… si voy por una calle y tengo que ir hacia otra dirección y está tan negro como la boca del lobo… ¿quién se atreve a pasar? Ante este tipo de propuestas… sólo cabe esperar que no quieran cambiar todas las farolas que iluminan la ciudad, con el gasto que conllevaría tal acción, claro que tendríamos que ver a qué empresa se le encomendaría dicha sustitución, y las redes que la rodean para asegurarnos de que no tienen nada que ver con ningún cargo político, más que nada porque la transparencia es caballo de batalla de nuestros dirigentes. Aparte de que tampoco, con los tiempos que corren sería un gasto justificable de cara a nadie, son del todo innecesarias.
Por otra parte se obvió completamente el tema de la contaminación lumínica de Barcelona, si ya tenemos un grado elevado (desde el espacio se observa a la perfección) y piensan que Barcelona está poco iluminada… ¿Es que quieren que se vea desde otras galaxias? En todo caso proponemos que sea una iluminación más eficiente, dirigida al suelo y no a las alturas, que, de momento, no caminamos a cinco ni a diez metros del suelo.
3.- Pretenden que los edificios del ayuntamiento sean más eficientes, que sean inteligentes y sostenibles, reduciendo al máximo las emisiones de gases en general, pero no se ahonda en demasía.
4.- Biodiversidad, nos informan de que había un plan previsto y que se ha aprobado, pero tampoco nos hacen partícipes sobre el mismo, no nos explican en qué consiste.
Por último hubo una ronda de preguntas sobre las cuestiones que surgieran al personal reunido, y, tras la intervención de un compañero que preguntó sobre el encarecimiento del precio del transporte público y el consiguiente aumento del uso del trasporte privado (porque no sale a cuenta coger el metro ni el tren para llegar a tu puesto de trabajo) lo que conlleva la emisión de más CO2. El regidor le contestó de manera tajante que había sido imprescindible el aumento de tarifas para que el servicio se mantuviera, y que las líneas de autobús que se han suprimido o recortado horarios son de muy baja intensidad de uso, con lo cual no son rentables. Y se acabó, no dio mayor explicación ante un asunto de suma importancia para toda la población.
Saliendo un poco de tema se inquirió al Sr. Puigdollers si le parecía correcto que el Ayuntamiento de Barcelona y, por extensión, el Instituto Municipal de Parques y Jardines hagan uso de los servicios del bufete de abogados Cuatrecases habiéndose imputado al propietario por tres delitos fiscales. El señor regidor contesta que no toca en ese momento ni lugar, pero que, a título personal, están muy contentos con la actuación del bufete y los resultados que ofrece y que no tienen intención de abandonar sus servicios, que “el que ha sido relacionado por la prensa ha sido un señor que se llama Cuatrecases y no el bufete en si”.
Acabó el Sr. Puigdollers tal y como empezó: agradeciendo a los presentes que hubieran continuado con su labor como siempre después del cambio de gobierno, a lo que se le contestó que no hacía falta los agradecimientos, pues si nos remontamos a las funciones del personal público veremos que la imparcialidad debe ser absoluta y por ello se tiene un contrato indefinido hasta la jubilación. Respondió el regidor que es de bien nacido ser agradecido. Totalmente de acuerdo Sr. Puigdollers, pero menos palabras y más acción, no nos dé tanto las gracias y limítese a respetar los acuerdos con los trabajadores, que de esta manera seguro que irá todo mucho mejor, que, de momento va cuesta abajo. Claro está, para nosotros, que ustedes tienen los bolsillos bien llenos y con previsión de llenárselos más
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