Esta medida será progresiva y se enmarca dentro de un proyecto que tiene como objetivo potenciar la biodiversidad de especies de árboles en la ciudad. “Esto es a largo plazo. No tenemos ninguna intención de cortar plátanos indiscriminadamente. Se bajará el número cuando se vayan muriendo por sí mismos o los retiremos si no pasan las inspecciones que realizamos para sustituirlos por otra especie adaptándola al espacio”, comenta explica Hernández.
Para ello, Medi Ambient ha analizado todas las calles de Barcelona documentando qué árbol hay actualmente en casa sitio y además ha hecho la simulación de cuál sería su sustituto más ideal en función del espacio cuando tenga que ser retirado el árbol por el motivo que sea. Así que una vez que se hayan realizados todos los cambios ninguna especie de árbol superaría el 15%. Eso sí, el árbol platanero seguirá presidiendo algunos de los lugares más emblemáticos de Barcelona. “El plátano seguirá siendo una de las especies más destacadas de la ciudad y seguramente la mayoritaria pero hemos de mantenerlo sobre todo donde cabe y donde es identitario, como en las Ramblas, Gran Via, paseo de Gràcia o la avenida Paral·lel”, afirma el director de Serveis d’Espais Verds de l’Àrea de Medi Ambient i Serveis Urbans de l’Ajuntament de Barcelona.
“Es un debate que existe en Barcelona y si hay tal cantidad de árboles plataneros no sólo en Barcelona, sino en cualquier ciudad de clima mediterráneo, demuestra el fantástico árbol que es y lo bien que se adapta a la ciudad. Seguramente por su tipo de crecimiento se ha utilizado en algunos casos mal en calles pequeñas. Es una especie que no se tiene que potenciar sino que conservar y mantenerlos en los lugares donde pueda desarrollar todo su potencial ornamental, como en grandes avenidas y no en calles estrechas”, señala Xavier Fàbregas, profesor de la Escuela de Agricultura de Barcelona.
Nuevas especies
Después del Platanus hispanica, el segundo árbol más numeroso de Barcelona es el almez (Celtis australis), con cerca de 20.000 ejemplares, lo que supone alrededor de un 13% del total. En este caso la política municipal sería estabilizarlo más que potenciarlo. De las 200 especies de árboles que hay en la ciudad también se van introduciendo nuevas, especialmente las que son de porte pequeño y mediano para que se puedan plantar en calles más estrechas. En concreto, durante el 2011 se han plantado en la ciudad tres nuevas especies de árbol, incorporándose en calles remodeladas. El árbol de fuego (Brachychiton acerifolium), de porte mediano de 10 a 15 metros, un tipo de cerezo (Prunus avium), con una altura de hasta 15 metros, y una variedad de árbol platanero (Platanus platanor vallis clausa), de grandes dimensiones y de crecimiento medio con una altura de 35 metros, son las nuevas especies del arbolado de Barcelona. Los principales criterios para introducirlas han sido su tolerancia a la sequía, a la contaminación ambiental, a la salinidad y resistencia a altas temperaturas. Otros criterios que se tienen en cuenta para plantar nuevos ejemplares son el color. En este sentido, una de las opciones para dar más color a la ciudad es hacerlo a través de la plantación de rosas. En la actualidad se están plantando más de una docena de variedades de esta flor.
Los técnicos a la hora de incorporar un nuevo ejemplar también tienen en cuenta si produce alergias o no. “El árbol platanero produce alergias y la única ‘suerte’ es que es un periodo relativamente corto pero de mucha intensidad y sabemos que tiene un polen sin una dispersión muy grande, que no se va muy lejos donde está el plátano. Reduciendo este porcentaje al 15% lo que se hace realmente es fraccionar mucho las densidades grandes del plátano y las acumulaciones de polen en el lugar por metro cúbico bajan mucho”, dice Hernández. “En ciudades donde hay tanta cantidad de árboles la lucha contra las alergias es difícil pero yo creo que eso pasa por encontrar nuevas variedades que no florezcan”, añade Fàbregas.
¿Cómo reducir la mortalidad de los árboles?
Con el objetivo de reducir la mortalidad de los árboles plataneros, sobre todo de los jóvenes, la Escuela de Agricultura Barcelona en colaboración con el Ajuntament de Barcelona ha puesto en marcha un estudio que analiza los diferentes tipos de tierra y productos que ayuden a mejorar el arraigo de los árboles. Los expertos aseguran que hasta un 10% se mueren el primer año de su plantación. Según datos municipales, al año se realizan entre 2.500 y 3.000 replantaciones.
“El trabajo consiste en intentar minimizar la mortalidad es estas especies. En general, si analizamos las mortalidades que se producen el primer año la gran mayoría son por falta de agua. Si nosotros conseguimos regar bien el primer año, los árboles, en general, sobrevivirán”, explica Xavier Fàbregas, profesor de la Escuela de Agricultura de Barcelona y uno de los coordinadores del estudio. Las conclusiones generales de este trabajo se conocerán los próximos años y para ello se han plantado 48 árboles en el Viver municipal Tres Pins, en Montjuïc.
Césped de clima cálido
Otro aspecto innovador en la jardinería que ya trabaja Parcs i Jardins es la introducción en la ciudad del césped de clima cálido. Después de realizarse las pruebas en el Viver Tres Pins el Consistorio ha incorporado desde hace tiempo este césped en Barcelona. Se calcula que un 8% aproximadamente del césped total de la ciudad es de este tipo. El césped de clima cálido se suele plantar en obras nuevas con espacio verde o cuando se tiene que hacer una resiembra. “Entre las ventajas del césped de clima cálido están su poco consumo de agua y su crecimiento más lento por lo que también los trabajos de mantenimiento son menores”, concluye Hernández. En concreto, la superficie total nueva de césped implantada durante el año 2011 fue de 50.901 metros cuadrados.
Article publicat a la Vanguardia
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