Inma Mayol, la concejal de l'Ajuntament y presidenta de Parcs i Jardins de Barcelona, en su sectarismo e ignorancia, que comparte con el resto de su partido político, está produciendo un daño incalculable al patrimonio y paisaje de Barcelona, así como a la calidad de vida de sus ciudadanos.
Y personalizo esta carta en la Sra. Mayol, pues no puedo imaginar que la principal responsable del arbolado no sepa lo que está ocurriendo en no pocas calles de la Ciudad. En su obsesión ideológica se están substituyendo plátanos y otras especies de nuestras latitudes, árboles de gran tamaño, frondosos, que proporcionan sombra y frescor en verano, por árboles tropicales, más pequeños, de crecimiento lento y escasa sombra como las magnolias y los braquiquíton australianos (véase el caso de las partes altas de las calles Balmes, República Argentina y/o Ganduxer). Tema aparte sería el genocidio arbóreo que se ha perpetrado en la remodelación de la Avenida del General Mitre entre las calles Mandri y Vía Augusta, donde han desaparecido plátanos y pinos de 30 y 40 años, y tamaños y sombra excepcionales.Se conoce que a esta señora no le gustaba Barcelona, a mí sí, y con el cargo que obtuvo con un escaso 5% del censo electoral la está cambiando para pena de barceloneses más antiguos que ella.
Y personalizo esta carta en la Sra. Mayol, pues no puedo imaginar que la principal responsable del arbolado no sepa lo que está ocurriendo en no pocas calles de la Ciudad. En su obsesión ideológica se están substituyendo plátanos y otras especies de nuestras latitudes, árboles de gran tamaño, frondosos, que proporcionan sombra y frescor en verano, por árboles tropicales, más pequeños, de crecimiento lento y escasa sombra como las magnolias y los braquiquíton australianos (véase el caso de las partes altas de las calles Balmes, República Argentina y/o Ganduxer). Tema aparte sería el genocidio arbóreo que se ha perpetrado en la remodelación de la Avenida del General Mitre entre las calles Mandri y Vía Augusta, donde han desaparecido plátanos y pinos de 30 y 40 años, y tamaños y sombra excepcionales.Se conoce que a esta señora no le gustaba Barcelona, a mí sí, y con el cargo que obtuvo con un escaso 5% del censo electoral la está cambiando para pena de barceloneses más antiguos que ella.
Carta publicada en el diario LA Vanguardia
2 comentaris:
Afegiu el carrer de Sants, que feia goig veure'l verd clar a la primavera i ombrívol a l'estiu. Ara la gent no sap on arresarar-se esperant l'autobús. La justícia dels anys us posaran un suspens enorme "ecologistes"!
No sols la desaparició d'arbres, s'està castigant l'arbrat amb podes dificilment sostenibles. S'envelleigen els arbres i s'acabarà amb la seva sustitució amb el cost econòmic i mediambiental que això comporta.
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