diumenge, 27 d’abril del 2008

Parc de concentració


Aquí teniu un article de Josep Maria Montaner arquitecte i catedràtic de l'Escola de Arquitectura de Barcelona (UPC) publicat en el diari El País

Por fin se ha podido descubrir qué hay detrás de los muros de hormigón, vagamente recubiertos de vegetación, que se han levantado para defender el Parc Central del Poblenou. Y lo que se descubre es un parque decepcionante, vacío de algo que tenga sentido y pueda ser una aportación para las personas. Tras atravesar las estrechas aberturas, se transita por unos suelos sin interés y no se ve ninguna aportación respecto a lugares de juego para niños, a cómo sentarse y hacer corrillos para hablar, echarse al sol o ponerse a la sombra bajo alguna pérgola ingeniosa, hacer pic-nic, tomar algún refresco o ir al lavabo. Sólo artilugios superfluos: unas pérgolas mal copiadas de las obras de Enric Miralles y Carme Pinós; unos paneles horadados a la manera de Rem Koolhaas; unas luminarias esféricas sacadas de Luis Barragán; una espiral con el rimbombante nombre de cráter, de tratamiento vegetal cursi, que recuerda en malo la bellísima obra de Beverly Pepper en el parque de la estación del Norte; un Giacometti de cuarta categoría; unos lamentables iglús a lo Mario Merz; un paisaje lunar penoso, y unas sillas aisladas antihomeless y antigrupos. En definitiva, un parque cuyos muros y rincones lo hacen tremendamente inseguro, y unos jardines que siguen la concepción francesa de los setos y las pérgolas que ellos mismos hace más de veinte años han rechazado y superado con "los jardines en movimiento" y la libertad de las plantas creciendo

Llegir article