En primer lugar quiero agradecer a todos aquellos jardineros de Parcs i Jardins que diariamente se preocupan por cuidar los diferentes jardines de la ciudad de Barcelona para lograr rincones con encanto que todos podemos disfrutar. Son personas anónimas que con los limitados recursos humanos y materiales que ponen a su disposición logran espacios dignos en los que nuestro mayores pueden reunirse y conversar, nuestros pequeños pueden jugar y descubrir la magia de las plantas y en los que las familias y amigos pueden reunirse disfrutando de espacios abiertos. Estoy seguro que algunos de los jardineros, mientras realizan su trabajo, piensan en las personas que disfrutarán de los espacios que miman.
El sábado 16.05.2009 decenas de ciudadanos y turistas estaban a las 10.00 horas en las proximidades de los accesos a dicha rosaleda, pero ésta no se abrió hasta alrededor de las 11.00 horas. Alguien podrá pensar que una hora no es nada, pero fue lo suficiente para que personas mayores, familias con niños pequeños y algún turista decidiera cambiar sus planes de aquel sábado soleado, ya que ni en el teléfono 010 del Ajuntament ni tampoco en Parcs i Jardins sabían cual era el motivo de que la rosaleda no hubiera abierto ni podían informar de la hora de su apertura.
Yo me esperé y disfruté del parque, pero éste fue un pequeño detalle, que sumado a otros, no ayuda mucho a tener una opinión siempre favorable de Parcs i Jardins.
Publicat en La Vanguardía
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