60 días de represión

Ayer día 10 de junio la dirección de la empresa impuso una sanción de suspensión de empleo y sueldo durante sesenta días y su inmediato cumplimiento (de hecho comienza hoy, día 11) al Secretario del Comité de Empresa, Carlos Bernal.

El porqué de dicha sanción es el hecho de que no presentara las hojas de horas sindicales, entendiendo la empresa por ello de que no ha acudido al trabajo, pese a que el “acusado” haya hecho su trabajo, reuniéndose con uno o varios miembros de la dirección, o con el inspector de trabajo, o ejerciendo sus funciones de secretario en la sede del Comité, en el centro de mantenimiento de Canyelles y haya sido visto por gran cantidad de trabajadores y trabajadoras, de otros y otras miembros del Comité y el sinfín de mandos intermedios así como la Cap de Área que en este centro tiene sus oficinas.

Tampoco, al parecer, sirven para nada todos los faxes, comunicados, peticiones y demás documentación que Carlos, en el ejercicio de sus funciones ha ido remitiendo regularmente a la dirección de la empresa. Parece ser que tampoco sirve su presencia en las reuniones del Comité, así como no sirve su rúbrica en toda la documentación, como por ejemplo las actas, pertenecientes a la actividad de éste...

Lo único que parece ser que es válido es el hecho de enviar a Recursos Humanos unas hojitas firmadas por su responsable conforme hace uso de horas sindicales, siendo que en el caso del secretario como del presidente del Comité éstas son un crédito adicional para el ejercicio de sus funciones. Para que lo entendáis claramente, es lo mismo que si la única justificación válida para demostrar que cada cual desarrollamos nuestro trabajo es el hecho de fichar o de que nuestro responsable nos incluya en la hoja de asistencia....... Qué más da si luego nos vamos de compras, al bar o a casa a dormir, si no vale el hecho de haber segado tal superficie de césped o que nos hayan visto nuestros compañeros o jefes...

Pues en el caso de Carlos es lo mismo: pese a haber plena constancia de que ha ejercido su labor, siendo conocedora de ello la dirección no reconoce este hecho por que le faltan unos papeluchos... Papel mojado, porque la presentación de éstas hojas, cuya función real es la comprobación de que los delegados y delegadas hacen el uso del número exacto de las horas sindicales que les corresponden y no se pasan, no de que efectivamente las emplean en las funciones que les competen.

¿ Qué sentido pues tiene este absurdo? Pues está claro como el agua, la pura represalia, la pataleta ante la movilización de la plantilla para luchar por aquello que es justo para el común de los trabajadores y trabajadoras de Parques y Jardines. Cuando por fin, a contracorriente incluso de parte del Comité se consigue organizar un acto de presión útil para revindicar cuestiones importantes, algunas casi “históricas” como el cumplimiento de los acuerdos de convenio, sale la dirección con éstas. Un acto lesivo donde los haya contra la libertad sindical y, por ende, contra el legítimo derecho de los trabajadores y trabajadoras a reclamar lo propio, lo conseguido ya.

No nos equivoquemos, no es éste un acto de represión a una persona, a un organismo o a un sindicato, es la represión a toda una plantilla figurada en aquél que fue escogido para representarle. Por todo ello, y porque si agachamos la cabeza ahora ya no habrá quien la levante, debemos ir todos y todas a la asamblea y el paro del día 18 de junio y defender a NUESTRO secretario y a todos nosotros y nosotras...... Si no, la dirección se sentirá fuerte para sustraernos cada vez más nuestros derechos y entonces, ¿quiénes serán los siguientes?

Barcelona 11 de junio 2009

Secció Sindical de CGT en Parcs i Jardins