Renovarse o morir. El parque de las Aigües, uno de los populares pulmones del distrito de Horta-Guinardó, está a punto de pasar por el quirófano. Se someterá a una operación de cirugía fina para embellecer su figura y disimular las patas de gallo con las que irremediablemente se ceba el paso del tiempo. El objetivo es recuperar todo el esplendor de este espacio verde y permitir que se luzca antes los ojos de los transeúntes. La operación tendrá una pequeña penitencia: nueve meses de cierre para que las obras se ejecuten con la mayor seguridad y celeridad posibles.
Tras más de 30 años al servicio de los ciudadanos, el impacto de la actividad humana y las lluvias han erosionado visiblemente este emblemático pulmón verde de 1,95 hectáreas. Por ello, vecinos y consistorio coinciden en diagnosticar que urge una rehabilitación integral del parque. «No se trata de un gran proyecto de diseño, si no de recuperar la imagen histórica del jardín y restituir la dignidad de un espacio popular», asegura Gabino Carballo, técnico paisajístico del área de Medi Ambient del Ayuntamiento de Barcelona.
LAS INTERVENCIONES / Este proceso de recuperación en el que se invertirán 1,6 millones de euros se iniciará el 15 de junio y se centrará en aumentar y restituir las zonas ajardinadas, restaurar los elementos arquitectónicos, renovar las infraestructuras de servicios, el mobiliario y las áreas de juegos y mejorar la accesibilidad. También se estabilizarán los suelos y se redibujará el trazado del parque redefiniendo los usos de las distintas zonas.
Para incrementar el patrimonio vegetal, se plantarán 4.174 arbustos adicionales, 3.000 metros cuadrados de tapizado verde y 67 árboles nuevos. Esta intervención permitirá, en palabras de la concejala del distrito, Elsa Blasco, recuperar «el aspecto laberíntico» del jardín romántico y la frondosidad de la singular zona de árboles frutales. El parque cuenta con naranjos, higueras, cipreses, yucas y uno de los ejemplares de ombú más grandes de Barcelona.
UNA VALLA EN LUGAR DEL MURO / La belleza hay que lucirla, por ello una de las intervenciones más destacadas será el derribo del 70% del muro de la calle de Abd El-Kader, que será substituido por una valla que hará más transparente el parque y lo integrará en el contexto urbano. También se ensanchará el portal de acceso por esta calle y se creará una nueva entrada por Camèlies, que pasará justo por encima de la nueva casita de jardinería que se construirá.
La operación de cirugía tendrá en cuenta a todos los públicos. Las áreas de juego infantil pasarán a ser cuatro en lugar de tres, se renovará la zona de picnic y los bancos y se mejorará la pista de frontón y el estanque. Además el parque contará con un nuevo quiosco-bar con lavabos de acceso público. Más allá de los elementos más visibles, se instalará un sistema de riego automático y se mejorará la recogida de aguas pluviales.
REIVINDICACIÓN VECINAL / El parque presentará su nueva imagen en marzo del 2011. «Para los vecinos será muy importante, porque es un espacio vital del barrio», afirma María Rodríguez, la presidenta de la asociación de vecinos del Baix Guinardó. De hecho, el parque de las Aigües es una de las grandes conquistas vecinales. Hasta 1978 era una finca propiedad de Aigües de Barcelona cuyos jardines servían de espacio de ocio para los directivos de la empresa.
Esta gran parcela alberga la Casa de las Altures, que entonces era la residencia del presidente de la empresa, un singular edificio de estilo árabe del siglo XIX que hoy alberga la sede del Distrito. «En los años 70 se luchaba más. No había ni un solo espacio verde en el barrio y nos enfrascamos en intensas reivindicaciones. Yo misma, embarazada, participé en las sentadas a la entrada del parque para reclamar que fuera público», explica Rodríguez. Ahora el recinto permanecerá cerrado el mismo tiempo que dura una gestación. Los vecinos, comprensivos por la clausura, lo recibirán, como hace tres décadas, con los brazos abiertos.
Publicat per Sara González en el diari El Periódico
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