"Un parque fashion no es suficiente, también tiene que ser funcional". Lo dice Ana Serrano, integrante de un grupo de madres del Poblenou que han puesto en marcha una campaña de recogida de firmas para que el ayuntamiento instale aparatos recreativos para niños en el flamante parc del Centre de Jean Nouvel, en la Diagonal. "No pedimos la luna, dice Emilia Gómez, simplemente que pongan toboganes y columpios como los de toda la vida".
Este grupo de madres, cuyos hijos rondan el año, han dejado de ir al parque porque "carece de equipamientos para los niños". "Al principio íbamos y nos poníamos en el césped, donde los críos, encima de una manta, podían jugar tranquilos", explica Emilia, "pero por culpa de la cantidad de perros que andan sueltos ya no podemos dejar a nuestros hijos ni en la hierba". Como consecuencia de la incomodidad que encuentran en el lugar, este grupo de madres, que lleva unas cincuenta firmas recogidas, se han visto obligadas a acudir al parque de Teresa de Calcuta, mucho más pequeño que el central y en el que "hay colas para poder montarse al columpio".
"El de Jean Nouvel es bonito, pero le faltan elementos prácticos", añade una tercera madre, Sonia Mármol. "No se puede diseñar un parque minimalista, debe ser práctico", apunta Ana Serrano. "Con lo grande que es (5,5 hectáreas y un coste de 18 millones), hay espacio para más cosas que un iglú, dos mesas de ping-pong y una canasta".
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"El de Jean Nouvel es bonito, pero le faltan elementos prácticos", añade una tercera madre, Sonia Mármol. "No se puede diseñar un parque minimalista, debe ser práctico", apunta Ana Serrano. "Con lo grande que es (5,5 hectáreas y un coste de 18 millones), hay espacio para más cosas que un iglú, dos mesas de ping-pong y una canasta".
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