Tranvía –o, como le gusta llamarlo al Ayuntamiento, plataforma de transporte eficiente– por el centro, aceras más anchas para que los peatones ganen espacio, menos carriles para el tráfico rodado… y árboles, más de mil árboles. De entre todos los factores –que no son pocos– que se deberán tener en cuenta cara a la reforma de la Diagonal, el arbolado ha ganado peso a medida que ha avanzado el proceso previo a la consulta ciudadana, que encara ya su recta final. Hoy por hoy, a pocos días de que el Ayuntamiento haga públicas las dos opciones de transformación de la avenida que se someterán a votación popular en mayo, mover o no la masa arbórea de su actual emplazamiento se ha convertido en un factor determinante, hasta el punto que una de las propuestas incluirá este cambio.
La más que notable cantidad de árboles de la Diagonal, especialmente en el tramo comprendido entre las plazas Francesc Macià y Glòries, es uno de los principales valores de la avenida. Basta con contemplarla desde alguno de sus edificios más elevados para comprobar el efecto que tiene la vegetación. En primavera, las copas la cubren de manera prácticamente total creando una extensa alfombra verde. Y, a pie de calle, se convierte en una gran cubierta vegetal, que protege del sol en verano.
En total hay 1.130 ejemplares de cuatro especies principales (plátanos, encinas y palmeras de dátiles y de Canarias), distribuidas en distintas disposiciones según los tramos. En la mayor parte del trazado (de Francesc Macià a Sardenya), los árboles se agrupan en cuatro filas, dos a cada lado de la calzada flanqueando sendas tercianas. Entre la calle Marina y la plaza de las Glòries hay una rambla central con dos hileras de árboles y dos más, una en cada acera lateral.
Por tramos, el comprendido entre Francesc Macià y la rambla Catalunya cuenta con plátanos y palmeras de dátiles; entre rambla Catalunya y paseo de Gràcia, y del paseo Sant Joan a Aragó, sólo plátanos; entre paseo de Gràcia y paseo Sant Joan –el sector más valioso desde el punto de vista botánico– plátanos y encinas; y de Marina y Glòries, con plátanos y palmeras de Canarias. El plátano (Platanus acerifolia) es el más presente, con 752 unidades, seguido de la palmera de dátiles (Phoenix dactilyfera), con 144, la encina (Quercus ilex), con 137, y la palmera de Canarias (Phoenix canariensis), con 54. Además hay 43 ejemplares de otras especies.
Desde que se decidió remodelar la avenida, los árboles se han considerado un elemento sensible. Los técnicos y políticos municipales son conscientes de que son un bien muy apreciado por los barceloneses y que difícilmente se aceptará tocarlos. Basta recordar la oposición que levantó la tala de encinas en el Tibidabo para construir la nueva montaña rusa o las campañas de rechazo en Madrid –con la baronesa Thyssen como abanderada– relacionadas con la reforma del paseo del Prado.
Nadie quiere que la Diagonal se convierta en una excusa para movimientos de este estilo. Por ello, la premisa inicial fue respetar los árboles. Y en esta línea se han manifestado el alcalde y concejales del gobierno y de la oposición. Sólo podría proponerse una intervención que afecte directamente a los árboles si hubiese una razón de peso. Y puede haberla. Se trata del estado de salud de los ejemplares del tramo de la avenida que ha de ser reformado, especialmente de los plátanos, Si hubiese que sacrificar un número importante por este motivo, podrían desplazarse todas las unidades, lo que abriría nuevas posibilidades en la reforma.
Los estudios elaborados por Parcs i Jardins revelan que, efectivamente, muchos árboles no presentan buen estado, ya sea por la polución que soportan o a causa de la falta de espacio. Es habitual que los autobuses topen con las ramas, lo que obliga a practicar podas severas. Pero también hay una gran cantidad de estos árboles que, a pesar del entorno hostil, sobreviven en condiciones más que aceptables.
Mover los árboles permitiría, además, sustituir plátanos, una especie muy extendida en Barcelona pero con ejemplares muy viejos –los hay centenarios– que, debido a las condiciones adversas, han llegado a nuestros días en mal estado. Además, presentan muchos problemas de mantenimiento: requieren gran cantidad de agua y si tienen muchas hojas –algo común en las piezas de más edad– en las épocas de más calor dejan caer una parte de ellas antes de tiempo para mantenerse hidratados. El fenómeno se conoce como estrés hídrico. La consecuencia es que las calles se llenan con facilidad de hojas que obturan los imbornales, lo cual, con las lluvias torrenciales, puede provocar inundaciones. Para evitarlo, hay que efectuar podas excepcionales.
En varias zonas de la ciudad, especialmente en el Eixample, los últimos años se han retirado muchos plátanos, que, con todo, sigue siendo la variedad más común de la ciudad, una tercera parte de los 150.000 árboles de Barcelona. Muchos expertos advierten de la antigüedad de buena parte de estos ejemplares, que se plantaron a medida que se desarrolló el plan Cerdà, aprobado hace 150 años. Aunque pueden vivir mucho más, las condiciones ambientales los han envejecido antes de tiempo. Su sustituto más común es el almez, pero también se han plantado otras especies. Así, en los chaflanes del distrito central se han elegido árboles con flor (tilos, árbol de Judea o del amor) o melias. Las palmeras también son problemáticas. La proliferación de un parásito, que afecta especialmente a la variedad canaria, obliga a aplicarles un tratamiento preventivo que se introduce mediante inyección.
Article publicat per ÓSCAR MUÑOZ / RAMON SUÑÉ en la Vanguardía
La más que notable cantidad de árboles de la Diagonal, especialmente en el tramo comprendido entre las plazas Francesc Macià y Glòries, es uno de los principales valores de la avenida. Basta con contemplarla desde alguno de sus edificios más elevados para comprobar el efecto que tiene la vegetación. En primavera, las copas la cubren de manera prácticamente total creando una extensa alfombra verde. Y, a pie de calle, se convierte en una gran cubierta vegetal, que protege del sol en verano.
En total hay 1.130 ejemplares de cuatro especies principales (plátanos, encinas y palmeras de dátiles y de Canarias), distribuidas en distintas disposiciones según los tramos. En la mayor parte del trazado (de Francesc Macià a Sardenya), los árboles se agrupan en cuatro filas, dos a cada lado de la calzada flanqueando sendas tercianas. Entre la calle Marina y la plaza de las Glòries hay una rambla central con dos hileras de árboles y dos más, una en cada acera lateral.
Por tramos, el comprendido entre Francesc Macià y la rambla Catalunya cuenta con plátanos y palmeras de dátiles; entre rambla Catalunya y paseo de Gràcia, y del paseo Sant Joan a Aragó, sólo plátanos; entre paseo de Gràcia y paseo Sant Joan –el sector más valioso desde el punto de vista botánico– plátanos y encinas; y de Marina y Glòries, con plátanos y palmeras de Canarias. El plátano (Platanus acerifolia) es el más presente, con 752 unidades, seguido de la palmera de dátiles (Phoenix dactilyfera), con 144, la encina (Quercus ilex), con 137, y la palmera de Canarias (Phoenix canariensis), con 54. Además hay 43 ejemplares de otras especies.
Desde que se decidió remodelar la avenida, los árboles se han considerado un elemento sensible. Los técnicos y políticos municipales son conscientes de que son un bien muy apreciado por los barceloneses y que difícilmente se aceptará tocarlos. Basta recordar la oposición que levantó la tala de encinas en el Tibidabo para construir la nueva montaña rusa o las campañas de rechazo en Madrid –con la baronesa Thyssen como abanderada– relacionadas con la reforma del paseo del Prado.
Nadie quiere que la Diagonal se convierta en una excusa para movimientos de este estilo. Por ello, la premisa inicial fue respetar los árboles. Y en esta línea se han manifestado el alcalde y concejales del gobierno y de la oposición. Sólo podría proponerse una intervención que afecte directamente a los árboles si hubiese una razón de peso. Y puede haberla. Se trata del estado de salud de los ejemplares del tramo de la avenida que ha de ser reformado, especialmente de los plátanos, Si hubiese que sacrificar un número importante por este motivo, podrían desplazarse todas las unidades, lo que abriría nuevas posibilidades en la reforma.
Los estudios elaborados por Parcs i Jardins revelan que, efectivamente, muchos árboles no presentan buen estado, ya sea por la polución que soportan o a causa de la falta de espacio. Es habitual que los autobuses topen con las ramas, lo que obliga a practicar podas severas. Pero también hay una gran cantidad de estos árboles que, a pesar del entorno hostil, sobreviven en condiciones más que aceptables.
Mover los árboles permitiría, además, sustituir plátanos, una especie muy extendida en Barcelona pero con ejemplares muy viejos –los hay centenarios– que, debido a las condiciones adversas, han llegado a nuestros días en mal estado. Además, presentan muchos problemas de mantenimiento: requieren gran cantidad de agua y si tienen muchas hojas –algo común en las piezas de más edad– en las épocas de más calor dejan caer una parte de ellas antes de tiempo para mantenerse hidratados. El fenómeno se conoce como estrés hídrico. La consecuencia es que las calles se llenan con facilidad de hojas que obturan los imbornales, lo cual, con las lluvias torrenciales, puede provocar inundaciones. Para evitarlo, hay que efectuar podas excepcionales.
En varias zonas de la ciudad, especialmente en el Eixample, los últimos años se han retirado muchos plátanos, que, con todo, sigue siendo la variedad más común de la ciudad, una tercera parte de los 150.000 árboles de Barcelona. Muchos expertos advierten de la antigüedad de buena parte de estos ejemplares, que se plantaron a medida que se desarrolló el plan Cerdà, aprobado hace 150 años. Aunque pueden vivir mucho más, las condiciones ambientales los han envejecido antes de tiempo. Su sustituto más común es el almez, pero también se han plantado otras especies. Así, en los chaflanes del distrito central se han elegido árboles con flor (tilos, árbol de Judea o del amor) o melias. Las palmeras también son problemáticas. La proliferación de un parásito, que afecta especialmente a la variedad canaria, obliga a aplicarles un tratamiento preventivo que se introduce mediante inyección.
Article publicat per ÓSCAR MUÑOZ / RAMON SUÑÉ
1 comentari:
Demostración estática en la Diagonal este domingo 2 de mayo por la mañana. Participemos y hagamos historia juntos http://diagonalbarcelona.files.wordpress.com/2010/04/instruccions.pdf
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